Manejo del conflicto entre carnívoros y ganadería en Patagonia utilizando perros mestizos protectores de ganado
Andrés J. Novaro, Alejandro González, Oscar Pailacura, María J. Bolgeri, Marina F. Hertel, Martín C. Funes, R. Susan WalkerEl conflicto entre carnívoros nativos y ganado en Argentina es manejado principalmente matando carnívoros, una estrategia ineficiente para proteger ganado y con consecuencias ecológicas negativas. En el norte de Patagonia, donde productores de escasos recursos crían cabras y ovejas, este conflicto es la mayor amenaza para el gato andino (Leopardus jacobita). Para mitigar el conflicto y conservar a este felino satisfaciendo las percepciones y condicionamientos de pobladores rurales encuestamos a los productores y probamos un método de protección utilizando perros mestizos que se crían con el ganado. Las mayores pérdidas reportadas de ganado se debieron al zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y al puma (Puma concolor). De 2005 a 2013 la crianza de 58 perros por 45 productores (rebaños promedio de 379 cabras, DE = 184) entrenó satisfactoriamente 28 perros (48% de éxito). Dieciséis de 18 crianceros (89%) con perros protectores reportaron reducción en ataques a ganado y 86% dejaron de cazar carnívoros nativos. En un grupo control de 9 productores sin perros, 8 (89%) reportaron similar o mayor depredación de ganado y todos continuaron cazando carnívoros nativos. El costo anual promedio de mantenimiento de cada perro fue 183 dólares, 7% de las pérdidas promedio de ganado. Los perros mestizos utilizados fueron de menor tamaño (15–20 kilos) y más económicos para mantener que razas protectoras tradicionales (30–55 kilos). Su éxito reduciendo pérdidas estimadas de ganado y caza de carnívoros nativos dependió especialmente del interés y capacitación de los productores para entrenarlos, ambos facilitados por la difusión de la experiencia de productores exitosos.
Management of the conflict between carnivores and livestock in Patagonia using mixed-breed guarding dogs. The conflict between native carnivores and livestock in Argentina is managed principally by killing carnivores. This strategy is inefficient for mitigating livestock losses and has negative ecological consequences. In northern Patagonia, where low-income herders raise goats and sheep, conflict is widespread and is the principal threat to Andean cats (Leopardus jacobita). To mitigate the conflict and conserve this feline using methods sensitive to the perceptions and conditions of herders, we carried out interviews and tested the use of mixed-breed guarding dogs raised with livestock. Herders reported the greatest predation losses to be from culpeos (Lycalopex culpaeus) and pumas (Puma concolor). From 2005 to 2013, 45 herders (average herd size = 379 goats, SD = 184) raised 58 dogs and trained 28 successfully (48% success rate). Sixteen of 18 herders (89%) with guarding dogs reported reductions in attacks on livestock and 86% stopped hunting native carnivores. In a control group of 9 herders without guarding dogs, 8 (89%) reported similar or increased predation on livestock, and all continued to hunt native carnivores. Average annual cost of maintenance was 183 US dollars per dog, equivalent to 7% of the average annual losses of livestock per herder. Mixed-breed dogs used were smaller (15–20 kg) and were cheaper to maintain than traditional purebred guarding breeds (30–55 kg). Their success in reducing both estimated losses of livestock and hunting of native carnivores depended in part on habitat conditions, but especially on the interest and training of herders to appropriately raise the dogs, which were stimulated and facilitated respectively by sharing the experience of successful producers.